Este encantador hotel comprende 2 edificios en pleno centro de Roma, adyacentes a un encantador jardín del que se desprende la dulce fragancia de la glicina y donde, en primavera y verano, se puede desayunar, almorzar o bien disfrutar de uno de los excelentes aperitivos. Este hotel histórico, construido en 1925, está ampliado y comprende ahora el palacio adyacente construido en 1905 por una noble familia veneciana de larga tradición. Dicho palacio cuenta con las suites más elegantes del hotel, algunas de ellas conservan aún los espléndidos techos y la decoración, que datan de 1905. El anejo tiene 17 habitaciones estándar y es el más moderno de los edificios del hotel. El establecimiento está climatizado, comprende un total de 83 habitaciones y suites y le da la bienvenida a sus huéspedes en su vestíbulo con servicio de salida y recepción 24 horas, caja fuerte y guardarropa. Entre sus instalaciones in situ se cuenta ascensor, cafetería, bar y restaurante. Se puede disfrutar de conexión WiFi a Internet y, por un suplemento, del servicio de habitaciones y de lavandería. Hay aparcamiento para los que lleguen en coche y, para aquellos que deseen explorar los alrededores, cuenta con alquiler de bicicletas en recepción. Ambos servicios incurren en un suplemento.